miércoles, 10 de enero de 2018

Introspección

¿Sigo siendo yo? Ya ni me miro a los ojos en el espejo. Solemos evitar el contacto visual cuando nos avergonzamos de algo o no tenemos seguridad en nosotros mismos. Por eso odio saludar por la calle. Por eso odio cruzarme con conocidos. Por eso huyo hacia mí misma alejandome de los demas. Cuando en realidad quiero alejarme de mi. Estoy destruyendo todo lo que algún dia construí, paso a paso. Siempre con el autoestima bajo cero por pánico a la gente, pero amándome. Ahora siento curiosidad por el resto y no me gusto. No me cuido, no crezco, no entiendo, no avanzo, no rio, no persigo. Y me está matando.
Todas las personas tenemos miedos, inseguridades, cerebros corroidos por las circunstancias que no elegimos pero afrontamos. Pero avanzan y nadan, surfean la ola y fluyen. No podemos vivir atrapados en el pasado y a mi me ahoga la nostalgia. Siempre huyendo a aquellos momentos donde fui minimamente feliz con quien me sentia agusto, alejandome del presente.
Me he parado en el camino de la vida y he mirado atras, y avanzo por él despacio, sin apartar la vista de por donde ya vine, tropezándome con lo nuevo, sin querer avanzar. Veo como lo que algún dia me hizo dichosa en ese camino se va transformando conforme avanzo, ya no es como cuando lo atravesé, estuve en esa colina soleada y desde aquí veo que hay tormenta. Todo evoluciona, todo cambia, es un ciclo y yo una necia.
Átate las botas, sonrie, sal a la calle, saluda a la gente que ni siquiera conoces, salta las piedras, mira al frente y al cielo sabiendo que es inalcanzable, vuela, le digo a esos ojos que no me miran.
Es inutil.

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