lunes, 13 de marzo de 2017

Fluir

No hay palabros, conjunciones o silabas que unan las palabras entre ellas, enlazandose entre sus significados intentando formar algo similar a una escalera cargada de esperanzas con escapatoria a ningún dónde o a algún cuándo. No hay. En mi mente no sonaba aquella melodía pensante. Solo se oía el mar,  inmenso, tranquilo, paciente. ¿Qué puede esperar algo tan imperial? Tengo un mar en la cabeza. Sin acantilados, sin playas. No hay porque son cicatrices visibles de la superficie, son roturas y erosiones. Mi mar no es azul, el sol proyecta todos los colores perceptibles y no a mi ojo ignorante pero agradecido. Es precioso. No hay palabros para definirlo. Definir es "fijar con claridad , exactitud y precisión el significado de una palabra o la naturaleza de una persona o cosa". Mi mar es oscuro, impreciso como las mareas y inexacto porque no tiene nada a lo que compararse. No lo voy a enlatar, encerrar, ni atrapar porque no cabe en nada. Mi mar son sentimientos, sueños, esperanzas que vagan, flotando o hundidas, acariciando cada rincón de él. Vagan por las aguas tranquilas, no existen las redes ni tempestades. Pero si existen las necesidades propias de estas, unas más oxigeno que otras, más mimo más detenimiento para que mis sueños tengan un viaje plácido. Un viaje a donde? Sólo hay agua. No hay paredes que retengan la extensión de esta; elige la direccion que quiere. Nádame, refrescate con mi tranquilidad, mis colores, mi horizonte llano. Infinito diámetro que se desequilibra con la altura de dicho. Pocos imperceptibles inconformes con el bello y cómodo paraiso superior se atreven a pensar. A recapacitar sobre un plano volumetrico tan obvio como el fondo. Abajo del todo... hay grietas, hay desiertos... no se percibían desde fuera pero se sienten, las siento. Nadie se ha atrevido a bucearme. No hay oxígeno, ni claridad, legibilidad, calor. Cementerio de esperanzas quizá mas intersantes escondiendo una historia, razón o golpe que las ha depositado ahí. No las olvido. Sólo yo nado mis aguas, solo yo hago pequeños intentos transparentes de dar flote a mis ensueñanzas con una muy probable derrota abandonada y olvidada. Si alguna vez nacieron ahí, recorrieron y me transportaron no merecen su final... disfruté creandolas, me transportaban felizmente hacia mi oasis enmedio de ahí mismo. Este es mi mar... sin puerto porque no espera nada de algo o nadie de donde. Sería precioso vivir vagando sobre mis corrientes naturales ajenos a todo, a todo mi alrededor físico el cual me vierte demasiados residuos tóxicos... mi bombona va en el interior de mi caja. Mi caja torácica escalera entre mi mente y mi cuerpo vanal... ironico que a veces yo intoxico mi cabeza con pequeños apaños inexplicables. Me hacen sentir limpia, pura, mas libre...
De repente se disuelven y el lodo me vuelve a empujar hacia el fondo sin retorno, yo creía que era de verdad, estaba palpandolo... pero no hay mas vida en esta masa gigante que yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario